Almacenes Generales de Castilla
El Valladolid de los Ortiz de Urbina, Francisco Domínguez Burrieza. Ed: Ayuntamiento de Valladolid, 2011
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Ha escrito este artículo: kikeconk
Los Almacenes Generales de Castilla son los mejor, o los únicos, conservados de los varios edificios industriales que proyectó Jerónimo Ortiz de Urbina a finales del siglo XIX.
En este caso el encargo provenía de José María Semprún, el cuidado puesto en la composición de fachadas, ya entonces inusual en la arquitectura industrial, y su estratégica localización junto a la estación ferroviaria del Norte, otorgó gran relevancia a este edificio que dio en llamarse Almacenes Generales de Castilla.
El edificio presenta una imagen unitaria,un frente de ladrillo sobre zócalo de piedra de 108 m, con una armoniosa distribución de puertas y ventanas en arco de medio punto. Pero tanto desde la función como desde la estructura está formado por nueve módulos idénticos e independientes entre sí, cada uno de ellos consta de dos plantas, un semisótano y una primera planta elevada sobre la rasante.
La primera planta es completamente diáfana, los muros de carga laterales, los que separan los módulos, sostienen una interesante estructura de madera de larguero y jabalcones, con tirante metálico para cubrir 11.30 m de luz. Llama la atención un curioso travesaño que refuerza el jabalcón y hace pensar en quizás en algún momento tuviese que soportar más cargas que las de la cubierta*.
El sótano es un espacio enormemente atractivo, una sucesión de pilares de ladrillo sobre basa de piedra sosteniendo bóvedas de ladrillo que en su tiempo estuvieron elegantemente decoradas.
Las naves han tenido diversos usos durante los años, del inicial de almacenes vinculados al tren con vía propia (véase plano de 1915), casetas de cobro situadas a la entrada de la ciudad (fielato) y control sanitario de mercancías, fábricas conserveras o de café… incluso llegaron a adosarle durante el pasado siglo un cuerpo más terminado en diagonal cuya traza aún se intuye en la plaza delantera.
Tras veinte años de abandono afortunadamente se están recuperando para diferentes usos. Las dos primeras naves están ocupadas desde hace más de diez años por el restaurante Arco de Ladrillo 29 que emplea la planta superior para banquetes y celebraciones.
En septiembre de 2016 la asociación Fresas con Nata abrió en la novena nave el espacio cultural Andén 47 destinado principalmente a la danza urbana y en marzo de 2017 se inauguró Nuevo Fielato, un espacio destinado a las artes escénicas y el circo que aprovecha fantásticamente la amplitud y altura de la nave.
Aun quedan cinco módulos, en diferente estado de conservación y en alguno de los cuales ya se está planteando nuevos usos.
No hay mejor forma de conservar el patrimonio que darle uso, es una gran noticia el espléndido futuro de este vestigio de nuestro pasado.
*Se sabe poco de los ingenieros que ejecutaron esta estructura, hay quien apunta que la solución fue un ensayo para la que se ejecutaría pocos años más tarde en la construcción de la torre de la Catedral.
Francisco Domínguez Burrieza apunta que Ortiz de Urbina ya conocía la estructura metálica y podría haber sido apropiada, achaca el uso de la madera al clasicismo del arquitecto o bien a requerimientos económicos.
¿Quieres profundizar en una de ellas? Descubre la rehabilitación de Andén47 en este post.
Fotos cortesía de Rubén_HC | ruheca.com. Planos del Libro "El Valladolid de los Ortiz de Urbina" y Cedidos por Julio Garcés Rallo