Nostalgia: Caja de Arquitectos
Hace un tiempo Arquia, Caja de Arquitectos, parecía tener un firme compromiso con la arquitectura o al menos así lo indicaba en sus comunicaciones y lo dejaba ver en las muy cuidadas sedes que albergaban sus contadas oficinas.
Sin duda un claro exponente de esta delicadeza era la oficina que la Caja tenía en Valladolid. Una exquisita intervención de Primitivo González quien lograba un entorno agradable, de muy alta calidad y que, al menos, hacía que un arquitecto se sintiese identificado con esa entidad y su compromiso con la defensa de una profesión que suponía el grueso de su clientela.
El programa era muy sencillo: un gran mostrador albergaba la zona de atención al cliente mientras una pieza escultórica hacía de separador para crear una zona de atención personalizada.
Unos paños de vidrio conformaban los distintos despachos y sala de reuniones y un gran mueble tras el mostrador articulaba el espacio y separaba la zona pública de la privada.
Todo esto pertenece ya al pasado.
Y es una pena.