Cardboard Project – Arquitecturas Efímeras con Cartón
Alto, ¡deténgase!
Piénselo bien antes de tirar esa caja de cartón en la que trajo su nuevo televisor, lavadora o simplemente lo último que compró por internet. No se imagina las posibilidades que le ofrece un material tan abundante y fácilmente manejable como el cartón.
Bueno, confieso que tal vez haya exagerado, pero los tiros no van lejos. Cuestiones como estas son las que nos descubrieron, a una escala mayor, un grupo de arquitectos, estudiantes y gente inquieta en la exposición Cardboard Project en una de las salas de LAVA (Laboratorio de Artes de Valladolid).
Una muestra surgida a partir de un Workshop organizado por el colectivo EfimerARQ integrado por varios arquitectos de la zona con el patrocinio de la Escuela de Arquitectura de Valladolid, la Universidad, organismos públicos como Ayuntamiento y LAVA Valladolid (quienes cedieron el espacio) y Grupo San Cayetano (líder mundial en cajas de langostinos, cedió ingentes cantidades de cartón)
Aportando unas horas de las tardes de viernes y fines de semana durante el pasado diciembre en las que se combinaron creativas ideas surgidas por todos que luego más adelante se materializarían con herramientas tan básicas como cúter, celo y cartón… mucho cartón.
Un proceso vivo, de aprendizaje constante, en el que poco a poco el blando cartón fue formando enormes piezas que colonizaron el espacio.
Pruebas y errores, correcciones sobre la marcha… que muchas veces terminaron enriqueciendo el proyecto. Auto-construcción pura y… blanda.
El resultado final es muestra de que con el dominio básico de la geometría y el material sumados al cruce de creativas ideas y las ingentes ganas de construir algo «con tus propias manos» unas planchas de cartón que podrían ser almacenadas en cualquier trastero terminaron por modificar el espacio de una enorme sala/nave del antiguo recinto del matadero de Valladolid.
Espacio modificado, dividido, ocupado y enriquecido con 3 estrategias:
- Una enorme cinta machiembrada que va creciendo sinuosamente recorriendo toda la sala definiendo nuevos espacios, tamizando su luz con inspiradoras sombras… Un muro flexible pero a la vez muy firme que abraza las antiguas estructuras heredadas del pasado de la nave generando singulares detalles mientras nos conduce al espacio principal. Una estructura en acordeón, fácilmente desmontable, modificable y transportable.
- Varias pajaritas colgadas, de enorme tamaño, llamando la atención de los visitantes que encontraban una silueta reconocible entre tanta geometría. Jugando con el espacio, ocupándolo colgadas de las mismas vigas en las que décadas atrás colgaban las reses del matadero. Pero esta vez la impresión es muy distinta, nos recuerda a la infancia, al juego, a nuestras manos… transmiten alegría. ¿quien no ha hecho/intentado hacer una pajarita alguna vez?
- Una bóveda de dovelas trianguladas de cartón (la forma geométrica mas estable) realizada con la superposición de hiladas y encuentros hexagonales que recuerdan a arquitecturas Hi-Tech a la vez que dinamizan una forma de una dirección hacia tres. Creando un espacio que recibía a los visitantes, se prestaba a charlas improvisadas, a descansos y enmarcaba la vista desde el GastroLAVA mientras los visitantes degustaban sus exquisitas viandas.
El resultado fue una escenografía que es arquitectura y como arquitectura, además de bella y firme, ha de cumplir una función. Utilidad comprobada cuando en la inauguración curiosos visitantes hicieron su propio uso de los espacios generados para conversar, jugar y hacer una breve exposición.
Un espacio con grandes posibilidades, muy fótogénico, incluso en iluminación nocturna.
Si pusiéramos poner un «pero» este sería que la instalación pudo explotar aún mas su faceta útil. Permitía y casi pedía realizar eventos en ella, charlas, pequeños conciertos, stands… e incluso llevar aún mas allá la experiencia lumínica con mapeados y espectáculos de luces y sonidos.
Ideas hay miles, y en Valladolid hay mucha masa creativa que podría haberla aprovechado enriqueciéndose mutuamente. Desafortunadamente la concesión de la muestra apenas duró un mes montada, coincidiendo además con las vacaciones de navidad; tiempo poco propicio para crear iniciativas nuevas fuera de la mesa familiar.
No obstante, nos podemos conformar con los montajes y collages realizados por los organizadores mostrando que la instalación, aunque ya no esté físicamente, sigue muy viva.
Como anécdota, a los valientes que han llegado hasta el final les contaré que fue una exposición en la que el propio cartón cobró vida, mismamente las pajaritas colgadas han hicieron saltar la alarma del complejo varias veces a deshoras para desquicio de sus encargados. Arquitectura inquieta hecha por gente inquieta. ¡Anímense a salirse del molde que nos contiene a cada uno!
Si no pudieron visitarla, no duden en ojear estos álbumes de fotos realizadas por Rubén_HC para ArquitecturaVA:
Guarden la página del Colectivo EfimerARQ en sus favoritos, no dejarán de sorprenderles.
Si prefieren no leer el libro y esperar a la película aquí tienen el tráiler protagonizado por Javier Blanco
*Participantes en el montaje y diseño:
Javier Arias , Javier Blanco , Javier Sanchez, Pedro J Sánchez, Luis Pastor (EfimerARQ)
Yolanda Martínez, David Senovilla Ramos, Teresa BL, Jesús Javier Zaera, Katalin Rodríguez Martín, Antonio Olavarrieta, Sven Neumann… y Rubén Hernández, quien les escribe 😉
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Es una gran suerte y privilegio tener unos artistas tan cerca… gracias amigos por compartir vuestra creatividad