Un paseo por la ciudad en viñetas, José Ignacio Gil
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Con la arquitectura me ocurre algo parecido a con la comida. Siento interés por la alta gastronomía y me encanta experimentarla, pero de igual modo valoro el sabor doméstico de unas croquetas o unos macarrones con tomate y tampoco hago asco -aunque no sea recomendable- a determinada fast food. Dicho de otra forma, me interesa conocer, disfrutar y saber apreciar las mejores expresiones de la historia arquitectónica de la ciudad, pero también identifico aspectos emocionales en muchos espacios urbanos
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