Un patio que separa dos viviendas, formado por una adición desordenada de elementos de variada dimensión, origen y uso. La intervención ordena este espacio convirtiéndolo en un patio que une ambas viviendas.

Tras surpimir, derribar, los espacios de almacenaje que habían ido añadiéndose al perímetro, se recogen los escombros para construir con ellos un nuevo cierre de mampostería, siguiendo la técnica tradicional.
El espacio se ordena ahora con tres elementos, dos horizontales, una plataforma solada en la que se recortan zonas vegetales y una potente cubierta que une las viviendas, y uno vertical, un delicado cerramiento de vidrio que acotan la parte del espacio que debe estar cerrada.

Un ejercicio de responsabilidad y oficio, una pequeña reforma que se convierte en una gran obra de Arquitectura.

Fotos cortesía de Óscar Miguel Ares y Jesús J. Ruiz Alonso