Uno de los primeros ejemplos de la corriente que se impuso en los años noventa, recuperar para el peatón espacios, especialmente en el casco histórico, que comenzaban a estar muy degradados ante el aumento del tránsito rodado.
Se decide que la intervención debe sobrepasar los límites de la plaza y se extiende por las que conforman este ángulo, Teresa Gil y San Felipe Neri, se interviene de manera sencilla pero con materiales de calidad, adoquín klinker y basalto para pavimentar las calles y el granito en la plaza que delimitan con la Residencia Reyes Católicos. Se instalan luminarias análogas a las que ya hubo en este mismo emplazamiento, suspendidas de las fachadas por una catenaria.

Para el mobiliario urbano, entre el que se encuentra un kiosko de prensa, se emplea acero inoxidable, mármol y tablero fenólico. La intervención se completa con la plantación de tilos y acacias que hoy, veinticuatro años más tarde, presentan un porte imponente.

Fotos cortesía de Kikeconk (libres de uso) y plano de planta obtenido de la página de la II Bienal

Estado anterior a la intervención. Foto del Archivo Municipal.

Estado anterior a la intervención. Foto del Archivo Municipal.