Naves Enertec – Antigua Fundición Gabilondo
Flickr ruheca – Album fotográfico ampliado del estado acutal
Biblioteca Digital de Castilla y León – «El financiero hispano-americano: Extraordinario Valladolid» (Foto en pag. 107)
Archivos MCU – Historia institucional de la empresa
Fundacion Joaquín Diaz – Breve reseña histórica e imágenes.
“Guia de Arquitectura de Valladolid” Dirigida por Juan Carlos Arnuncio Pastor, Valladolid 1996 (Ficha 187).
El norte de Castilla – Fotografía de Gabriel Villamil y Antonio Quintero, 2001
APE 47 – Fotos del estado previo al derribo recogidas en el APE-47 del PGOU
AM revista – Fotos del derribo y plano
Vallisoletvm – Los primitivos faroles de fundición en el Campo Grande
Pilla la ciudad – Rastreo de elementos realizados por la fundición Gabilondo en la ciudad (bajantes)
Universidad de Barcelona – Artículo de Basilio Calderón sobre los nuevos usos para el patrimonio industrial en Valladolid
El Norte de Castilla – Apertura del nuevo parque
Lopez Merino y Asociados – Web de los autores de la reforma y ajardinamiento.
– Controversia urbanística, política y laboral –
UltimoCero – Crónica de un pelotazo y la destrucción de puestos de trabajo
El dilema Urbano – El pelotazo de Enertec
El Gusanillo – Ayuntamiento y Enertec, historia de otra verguenza
Ha escrito este artículo: Ruben_HC | ruheca
Abandonando la ciudad consolidada por la antigua carretera de Madrid, poco después de salvar las vías y tras una vista de solares vacíos se descubren adelantadas a cuatro altas torres residenciales los últimos vestigios de lo que fue a mediados del siglo pasado, una de las zonas industriales mas importantes de la ciudad. Nos referimos a las conocidas como las Naves de Enertec.
Las naves de Enertec son herederas de los talleres de Fundición Gabilondo fundados en 1860 por los hermanos Gabilondo y originariamente situados en la manzana triangular entre la calle Gabilondo, Florida y el Paseo Zorrilla. Inicialmente estaban dedicadas a la fabricación de camas de hierro, molinos de viento, bombas y diversas maquinarias hasta que en 1904 se constituyó como Sociedad Anónima dando un paso más elaborando bajantes, elementos para el sector de la construcción y pequeñas piezas para los Talleres del Ferrocarril del Norte.
De esa primitiva instalación no permanece nada en pie. Derribada en los años 50 solamente podemos intuirla mediante las planimetrías originales conservadas en el archivo y una fotografía fechada en 1911 en la que se aprecia el espacio interior, delimitado por muros de ladrillo sobre los que se traslada un fino puente grúa fácilmente operable gracias a la habil solución de cubierta, a dos aguas con 4 paños que permiten ganar mayor altura y luz a esa inducida bajocubierta.
En 1949 la empresa se trasladó a la ubicación actual de sus restos en el Paseo Arco de Ladrillo Nº 50 para situarse junto a otras muchas industrias en esa zona cercana a la estación de Ariza como los depósitos de Campsa, las instalaciones de FASA-Renault y la Azucarera. El traslado supuso un notable avance ya que permitió ampliar y mejorar las instalaciones con talleres de caldereria, vagones, construcciones metálicas, forja, ajuste y mecánica que les permitían aceptar grandes encargos de la compañía de ferrocarriles así como de las industrias de la zona.
Arquitectónicamente las naves proyectadas en 1944 por el ingeniero José Mezquita Ortega siguen un esquema de pórtico similar a sus predecesoras del Paseo Zorrilla con una crujía de altos paños de entramado metálico en estructuras roblonadas sobre las que se deslizaban puentes grúa bajo una cubierta de 4 planos a dos aguas dotando a las estructuras de su singular perfil de fachada realizada, esta sí, en ladrillo visto.
Apiladas en hilera, contiguas unas a otras salvo la fundición, se aprovecharon además de la cercanía a las vías de Ariza con una vía de servicio propia para el transporte de la mercancía. Su situación contigua permitía el trabajo seriado y racional propio de las industrias y es la razón por la que esta vez los paños interiores que definen las crujías se conformaron con pilares metálicos y solo los perimetrales con ladrillo: para permitir un fácil traslado de materiales, trabajadores así como una mejor ventilación y luz natural. La mayoría responden de nuevo al perfil de cubierta de cuatro paños y ancha crujía salvo dos de ellas mas estrechas resueltas con cubierta simple a dos aguas que alojan espacios servidores a las naves mayores.
Catorce años mas tarde, en 1964, Fundiciones Gabilondo se incorpora a Beloit y Segura S.A. dedicándose a la construcción de maquinaria para la industria papelera denominándose en 1976 como Beloit Ibérica S.A. Mas adelante, en 1983, es cuando adquiere el nombre por el que las conocemos actualmente, con su compra por COINPASA se constituyó ENERTEC S.A (Técnicas Energéticas y Papeleras). Son años cada vez mas difíciles para la industria en la zona ya que la línea férrea Valladolid-Ariza comienza su declive y las industrias allí afincadas comienzan a trasladarse a la periferia cediendo terreno a la ciudad residencial que avanza.
ENERTEC desarrolló su actividad hasta enero de 2001 cuando se inicia un proceso de liquidación de la empresa que culmina al año siguiente con la venta del solar y el despido de todos sus trabajadores, un proceso muy polémico clave urbanísticamente en la arquitectura que nos encontramos hoy.
Y es que en 1999 en Ayuntamiento de Valladolid comienza a planear el futuro plan, hoy definitivamente parado, de la Ciudad de la Comunicación y acuerda con Enertec su traslado a una nueva ubicación en Valladolid a cambio de la compra de sus terrenos cuya catalogación se modificaría para abordar en ellos una construcción residencial. Pero Enertec finalmente se desmarcó de esta opción, nunca se trasladó, cerró la empresa dejando en la estacada a muchos trabajadores que estuvieron años manifestándose y vendió los terrenos a Diursa. Una situación controvertida en la que no incidiremos, si quieren profundizar fue recogida en varios periódicos locales.
Pese a todo ello el plan de la Ciudad de la Comunicación seguía adelante y Diursa promovió el estudio urbanístico de detalle del APE47- Enertec para reducir la catalogación de las naves de P3 (Estructural) a P4 (Ambiental = solo fachadas).
Este estudio recibió numerosas alegaciones especialmente de los Arquitectos Jose Luis Sainz Gerra y Luis Alberto Mingo, quienes defendieron las edificaciones originales de valor en todo su tamaño y el mantenimiento de su catalogación basado en la defensa de su singular estructura metálica roblonada, su fachada y la especial esencia del espacio interior. Argumentarios que pueden consultar de manera extendida en la memoria de la modificación puntual del PGOU en la zona en 2004 enlazado aquí.
Finalmente se acuerda una solución intermedia, se dota de cierta protección estructural al edificio conservando la fachada principal al Paseo Arco de Ladrillo y los cinco primeros pórticos de estructura metálica a base de uniones roblonadas de cada nave, hasta alcanzar un fondo de 28,73 m. Se justifica la demolición del resto de pórticos y el corte de las naves en que sus estructuras fueron pensadas para actividades que hoy ya no tienen cabida en ellas y algunas de esas partes constituían ampliaciones de escaso interés […] (para ver argumentario completo consultar aquí).
Curiosamente ese corte fue el justo y necesario para que tras las naves se construyeran las cuatro torres residenciales que hoy se añaden al perfil de la zona. Con esa edificabilidad extra ganada, la empresa Diursa se comprometió a ceder el espacio de las naves como espacio público ajardinado. Fue el estudio López Merino y Asociados quien se encargó de realizar toda la actuación, tanto las torres residenciales, como el invernadero abierto que hoy habita las naves. Junto a estas se aprobó la construcción de un equipamiento, muy demandado por los vecinos, en la parcela triangular contigua que aún hoy sigue siendo un solar donde encontrar aparcamiento fácil.
Acertado o no juzguen ustedes. Desde aquí parece claro que las naves fueron víctimas del proceso especulativo imparable de la ciudad en los planes urbanísticos de la pasada década, incluso el Consejo de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Castilla y León lo sentenció duramente: ”se altera la catalogación para reducir los elementos protegidos, con el fin de adaptarlos a la escena urbana prevista, en lugar de adaptar la ordenación urbana a los elementos protegidos” (BOCYL). Cierto es que perdieron su esencia originaria, pero también cierto es que era difícilmente mantenible tal y como estaban y en la cantidad de elementos que eran; aunque nunca está de mas una reflexión profunda que tal vez pudiera haber obtenido una mejor solución para el patrimonio y para el barrio, de procesos bien reflexionados es como surgieron espacios hoy tan admirados y envidiados como Matadero de Madrid, o incluso aquí el actual LAVA-Matadero de Valladolid que hoy podemos disfrutar gracias a que sus vecinos se opusieron a su demolición demandando nuevos equipamientos.
No obstante seré positivo, de poco vale lamentarse por lo perdido y cierto que la zona aún adolece de falta de equipamientos en esa avenida pero el espacio pese a la pérdida de la esencia original resulta agradable. Permite obsevar en el paseo de vuelta a casa las singulares estructuras roblonadas en las que hace mas de un lustro de forjaron materias para esta ciudad, disfutar de un puente grúa y de cómo los pájaros se posan en él, encontrar un espacio verde protegido de las fuertes inclemencias climaticas que en ocasiones sufre esta ciudad… etc
Yo les he dado mis razones para discrepar y para aceptar y valorar lo que hoy encontramos, sean libres ustedes de discrepar, opinar y sobre todo visitar este pedazo de historia de la ciudad, nunca mejor dicho.
Fotos cortesía de Rubén_HC | ruheca.com. | Antiguas y planos: APE47 PGOU Valladolid, AM revista y Archivo Municipal de Valladolid
Magnifico, mi abuelo trabajo en la fundición primitiva, y murió a consecuencia de un accidente laboral